ERAMOS TAN JOVENES

Ayer estuve con una chica, una que siempre fue buena conmigo. Cumplía años, 102 en concreto, toda una vida, algo más en términos estadísticos, ha vivido en dos siglos, en este poco. Pensaba ayer por primera vez que ella ha asistido a la 1ª y 2ª guerras mundiales y a la civil española, creo que nunca hable con ella de eso, al menos no de las mundiales, probablemente apenas le llegaría.

Hoy hable con un amigo, algo mayor, paso por un trance duro hace un par de años y me lo contaba, en esa época temía mi amigo pasar por el trance que suponía la vida y al contrarío no temía a la muerte, me contaba a mi (agnóstico con ascendente ateo, o al revés) como su fe le había ayudado a superar aquello. El respeta mi ateidad y yo su fe, me decía que tener fé no es un merito es un don, le oía hablar y realmente se veía ilusionado, un santo, o casi, le ayudó y trasmitía emoción al contar como este santo era venerado y querido por la gente. Su fé tiene merito porque es una persona muy inteligente y por que ya creía cuando las cosas le iban bien, ahora le vuelven a ir y yo me alegro mucho y me alegro de que en aquel momento tuviera fe.......... y una razón en forma de amor por la que luchar, yo que tampoco creo en el amor, al menos en el de pareja. Cada vez soy más incrédulo, mal síntoma supongo..........

Todo es pasajero, el tiempo es relativo y la vida también, de hecho todo lo demás lo es igualmente......... ya lo decía Einstein :-)