EL MINISTRO EXTREMISTA y EL ESTADO DE LA CUESTIÓN

Hoy se ha estrenado Bermejo en sede parlamentaria (o senatorial no recuerdo) como ministro de la cosa justiciera y ha hecho honor a lo que es, la razón por la que probablemente Zapatero le ha puesto, un extremista ariete del socialismo mas próximo a la pureza, el que añora la primera S de URSS y elogiaba la segunda.

Zapatero piensa que como los ministros centrados y blanditos no le han servido para despegarse en las encuestas del PP y teme que se cumpla su peor pesadilla (perder las elecciones, algo que acabaría con su carrera política), pero no sabe que gracias a los Solbes, Lopez, Sotelo y poco más se mantiene todavía con esperanzas, especialmente gracias al primero claro. El país crece al 4 % y este hombre podría (debería) perder las próximas elecciones generales. En su deriva autocomplaciente está deshaciéndose y desoyendo de todos aquellos de su partido que ponen peros al potencial destrozo del estado que está haciendo (estatutos para modificar el estado, negociación con ETA aunque mate, alianzas con fuerzas nacionalistas independentistas o separatistas) para nombrar a ministros nuevos como Bermejo. Zapatero quiere ganar a toda costa y quiere que el PP caiga en la trampa de la confrontación extrema que le tiende.............. si Rajoy juega bien sus cartas, contiene a sus hordas y espera que Zapatero embista en todas direcciones como el toro desorientado que es, deja que se visualise claramente el avaro de votos sin corazón y justito de razón que la Moncloa y los efluvios del poder absolutista de lider de partido español han engendrado, si consigue eso atemperando Mariano tiene la faena muy a su alcance. Eso si tiene que librarse de aquellos miembros de su cuadrilla que están dispuestos a atacar con machete o hasta pistola, los que no se dan cuenta que el objetivo es hacer una buena faena y no matar al toro, Zaplana osea, que quizá no es mal chico (lo ignoro) pero huele a goma quemada. Lo de Acebes es más complicado, se ha adaptado y ha hecho el trabajo que se le pedía, por forma de ser de Rajoy es muy difícil que lo sacrifique, aunque puede matizar la faena dando papeles más vistosos a los más centrados, Gallardón osea. El alcalde vicepresidenciable no se empezará a leer el libro de Aguirre hasta después de las elecciones no porque este tan centrado en la faena, sinó porque podrá reírse de lo que lea cuando haya obtenido más porcentaje de votos que Espe.